DESAGUISADOS TELEVISIVOS: LA BARBERÍA.

Momento exacto en que el cerebro del conductor maquila una sandez inutil para torturar a sus televidentes.

Publicado por Billy Blanks.

Una versión mediocremente colombiana de Sweeney Todd, donde el Barbero termina matando de aburrimiento a todos los televidentes. Ésta ofensa televisiva para todo el gremio de barberos (hombres de avanzada edad, orientación sexual definidamente hetero, y pocas aptitudes para cortar el pelo) sólo ha logrado deprimirnos, hacernos odiar más la política, y empujar masivamente a los jóvenes colombianos a las peluquerías para prostitutas atendidas por transexuales en el barrio Santa Fe. El programa es una gran mentira: con un set ambientado como barbería que ni al mismísimo Chespirito le hubiera parecido de buen gusto, con una decoración que pretende emular los lupanares y tomaderos del viejo Caldas, con unos enseres robados de inquilinatos del centro de Bogotá, y con un abogado/periodista pretendiendo tener un trabajo decente cortando el pelo de los políticos más mañosos del País. La ausencia absoluta de carisma y sentido del humor del conductor de este programa (William Calderón), succiona la poca humanidad que le queda a sus invitados, y a los televidentes nos propina una serie de golpes premeditados:

1) (patada al hígado –por la espalda-) Comienza cada programa prendiendo su radiola vieja para escucharse a si mismo presentando a su invitado con una serie de preguntas ridículas que ya comienzan a aburrir letalmente a los televidentes.

2) (arrancada violenta de pelo) invitados tan desagradables como Noemí haciendo campaña, Fernando Londoño explicando cómo ‘no hizo’ tumbao alguno, Andrés Felipe Arias simplemente abriendo la jeta, y el Presidente Uribe recitando poesía.

3) (machetazo al cuello) el acento y el tono de voz del conductor nos transporta a una ordalía cada vez que interviene, no para hacer una pregunta inteligente, sino para hacer anotaciones pendejas y gritar bobadas por ejemplo: -(cualquier político corrupto): Eso me lo dijo Jaime Arusbas.
-(remedo de barbero): JAIME!!! El Jaime que usted y yo conocemos?
-(cualquier político corrupto): eeee… si.
-(remedo de barbero): El Jaime que trabajaba puallá en la Casa de Nariño?
-(cualquier político corrupto): SI
-(remedo de barbero): Ese Jaime?
-(cualquier político corrupto): que si!
-(remedo de barbero): El que en el año 74 integró las filas del pastranismo y luego en el 2005 decidió hacerse liberal rotundo en la campaña de Eustaquio Domínguez para edil de la localidad de Usme?
-(cualquier político corrupto): mmmmmmmm me voy de acá!
-(remedo de barbero): El Jaime ese?
-(cualquier político corrupto): lo odio con toda el alma y quiero clavarme sus tijeras en la yugular. -(remedo de ser humano): Ahhhh ese Jaime yo si lo conozco, no como el otro Jaime, el que usted y yo sabemos juajuajuajuajua!!!

4) (golpe final con barilla de metal oxidada sobre los testículos del cadáver, aún tibio, del televidente) La risa de este señor.

En conclusión, sólo existe una cosa más decadente que la política en Colombia: Un programa sobre la política en Colombia. Pero mientras otras cadenas reconocen esto y seleccionan cuidadosamente a los conductores de estos programas (bien sea una cucha rica para la cosa política, o un grupo de personas preparadas como en ‘version libre’) Cablenoticias sigue con su estrategia kamikaze que tanto respetamos ‘démosle un programa a cuanto viejo insoportable encontremos por ahí’.