REALITIES IRREALES: YO ME LLAMO

YO ME LLAMO

Como algunos pidieron en el día de hoy tenemos la reseña de este "programa" que es una oda a la falta de originalidad, identidad, creatividad y por supuesto a los "acertadisimos comentarios" de nuestra destartalada diva sobre el talento de los participantes de este show.

No se en que retorcida mente de los creativos de Caracol se les ocurrió poner en tan mala hora a este esperpentico programa el cual premia la "imitación" de cantantes de diversa índole. Cómo es posible que se premie la falta de creatividad. Sin embargo vemos con estupor ver a un travestí imitando a la finada Helenita Vargas a un clon de Héctor Lavoe que parecía cuando el cantante salsero estaba terminal de VIH y así con la mayoría de participantes. Pero los peores de todos han sido Bon Jovi y Pink que parecen entrenados por la señorita Guainia en su dominio del inglés (y posiblemente en la forma en la que cantan y bailan este par de mequetrefes).

Una beca en el Instituto Meyer por favor

Ahora pasemos al presentador Ernesto Calzadillo quien tiene como único merito haber hecho de guardaespaldas en una novela de RCN y ser veneco cumpliendo esa costumbre colombiana de arrodillarse ante cualquier pendejo con acento fuera del país así sea veneco, ecuatoriano o incluso centroamericano. ¿Dónde quedaron nuestros Carlos Pinzón o los Jairos Alonsos con smoking rosado? ¿Dónde esta la chabacaneria? pero no, es muy buena idea traer a cualquier payaso que aparece con pasaporte.

Pero creo que lo peor son los jurados. Salvo Luz Amparo Alvarez (quien tendría algo de cancha para juzgar imitadores ya que ella hizo lo mismo) los otros dos son un par de sinvergüenzas que osan aparecerse con derecho de criticar algo. Jairo "filipichin" Martínez tiene como único merito ser "relacionista público" de diversos cantantes y hasta donde sé los relacionistas no son ni productores, ni músicos. Pero claro como este perro se cree el Simon Cowell de Chiriguaná pues ha sido considerado como el mas idóneo petardazo para criticar a estos impostores impostados que se creen cantantes.

Ahora llegamos con LA DIVA. Por favor Amparo: Solo vendiste unos 200 Cds (la cual la mayoría deben estar de adorno o en alguna bodega llena de excrecencias junto con los cds de Aura Cristina Geithner, Café Moreno y Luna Verde) de tu trabajo musical y te crees con derecho a criticar a estos "talentos". Que seriedad puede tener el concurso si lo juzga alguien que fracaso rotundamente como cantante. Es como si los Nule y los Moreno juzgran un concurso de honestidad. Por favor. Y es peor como las notas de farándula de Caracol le dan bombo como nuestra Madonna criolla. Que talento el de nuestra diva que fue a L.A. a hacer castings para ver si seguia los casos de Rodrigo Obregón pero nada de nada.

De izquierda a Derecha: Bebe, Pernito, Tuerquita y Tribilin Filipichin

Pero este concurso es el fiel reflejo de nuestro país. Dirección y juzgamiento por arribistas y faltos de méritos, se premia a la gente sin talento (recordar por favor el caso Jaider Villa) y mientras la gleba asquerosa de este país espera algo de sus ídolos de barro solo recibe basura de estos cafres sin talento mientras se desviven en el envío de mensajes de texto.

Para terminar solo quiero rogarles encarecidamente a los señores de Caracol que por favor no vayan a sacar la versión niños de este concurso. Ya es asqueroso y ruin lo que hace RCN con esa porquería llamada Factor XS y ya es muy deprimente para mí ver a un niño lombriciento de estos cantar una ranchera o un vallenato de la nueva ola

REALITIES IRREALES: EL FACTOR XS 2011

Publicado por Kain Hellraiser.

Nueva y nefasta edición del que probablemente sea uno de los peores realities de la historia de este maldito país, lanzado desesperadamente por el canal RCN procurando apaciguar la paliza que Caracol le está propinando en materia de rating en medio de una guerra de deposiciones y detritos entre ambos canales, que deja como resultado una teleaudiencia untada de materia fecal hasta el cogote.

Factor XS no es más que una forma vil y bellaca para explotar a menores de edad en algo peor que la prostitución infantil: Un concurso de talento y canto que rebosa cantidades ingentes de infantil superficialidad, y que sólo puede producir unas tremendas ganas de aparecer en el estudio donde se graba este infortunio con una AK-107 y unas cargas de C4 para acabar con todo el mundo y acto seguido, proceder a volarse la tapa de los sesos.

Pero la culpa por la existencia de esta larva hedionda y maloliente no recae únicamente en los creadores, productores y demás gentuza de RCN. Los padres de familia que permiten exponer a sus hijos a la picota pública, al escarnio televisivo, al vilipendio de 3 petimetres disfrazados de jurados, inquisidores revolcándose en su propia inquina, en su propia hiel regurgitada en forma de "consejos" musicales provenientes de 3 bestias del Tártaro que no suponen ninguna autoridad musical, moral o humana para estar sentados en el banquillo de los jueces.

ESCOJA AL MAYOR BADULAQUE Y GÁNESE UN PLATA'O DE LECHONA.

Y para añadir leña al fuego, los padres, muy orgullosos y esperanzados en el "talento" de sus hijos e hijas, buscan venderlas como miserables cortesanas y las visten como rameras para exhibirlas como un pedazo de carne de cerdo en una carnicería de pueblo.

Por otro lado, buscar talento musical infantil y hacerle un disco al ganador del reality es tan necesario como beber lejía o introducir objetos corto punzantes por el ano. Escuchar a estos niños cantar es un dantesco e inefable horror que te hace entender lo planos, simples y miserables que somos los seres humanos, especialmente durante nuestro despreciable proceso de crecimiento. La experiencia de perder minutos de mi apreciable tiempo no pudo ser más desgraciada y funesta hasta que hicieron su aparición un par de mocositas, cuya agrupación se denominaba "Estrellitas", "Encanto" o alguna asquerosidad similar... como una epifanía, esa escena infernal aderezada por sus inaguantables voces y su infame presentación, me hizo entender de una buena vez y por todas, que la pornomiseria de televisión colombiana surgió directamente de una flatulencia expulsada por Lucifer mientras combatía con sus huestes demoníacas en el cielo. Sólo así se explica la existencia de un programa tan mísero y degradante como este.

A los jurados y productores de esta bazofia probablemente les importa un carajo el talento innato, el amor por la música o siquiera la condición mental de estos niños. La única ambición de todos ellos es facturar unos pesos - y en el caso de Marbelle - llamar la atención para poder acabar siendo honrada trabajadora de la industria del porno freak de obesas coprofílicas.

Si algo tengo que reconocerle a Factor XS es su enorme capacidad para rellenar una hora de programa con tonterías e insustanciales hedores pueriles, disfrazados de un concurso que busca "talento" y pretende resaltar la amistad, el compañerismo, el respeto, los valores familiares y toda esa basura que tartufos nos han querido embutir desde la escuela. Lo único cierto es que esta maldita pantomima no es más que el tósigo infernal que necesita cualquier infeliz para acabar con su terrible existencia.

PD: Sí, odio a los niños.