26 de noviembre de 2011

CONDENADOS AL VILIPENDIO ETERNO: DIVA JESSURUM






Publicado por Kain Hellraiser.


Bestia inmunda escupida directamente por el Hades en una jugada macabra de depuración hecha por el mismísimo Satanás, expulsando de sus huestes a las criaturas más abominables y pestilentes, que inclusive para el infierno, resultaban repulsivas y asquerosas.

Diva (quien NO hace honor a su nombre) hace parte del grupo de bestias mitológicas aciagas, junto con el Leviatán, la Hidra de Lerna, el Behemot, y la Gorgona. Su presencia augura enfermedad y muerte y su aparición ante los ojos humanos resulta en un cuadro lastimoso, repugnante y tétrico, semejante a una casa de leprosos donde yacen postrados infinidad de malvivientes.

Diva fue una miserable sirvienta y consorte de los más asquerosos demonios como Mammon y Belial. Sin embargo, su lengua viperina emponzoñada con tósigo y su despreciable figura, hicieron que muchos en el Averno la consideraran como la bestia más impura, impúdica, obesa, viciosa e inmunda que jamás haya sido creada. Por esa razón, expulsada de los fuegos eternos se radicó como empleada doméstica en una casa de familia en el barrio Quinta Paredes de la ciudad de Bogotá, mientras planeaba su llegada a la televisión colombiana, el mejor escampadero para un demonio nauseabundo y degenerado.

Esta coima infernal, dentro de sus múltiples y depravados poderes y vicios, cuenta con la capacidad sobrehumana de embrujar a quienes la escuchan con su cacofónica y perversa voz. Pero al contrario de lo ocurrido con Odiseo y los marineros griegos, Diva no encanta con sus cuerdas vocales; su tono agudo y chillón crea en el oyente un incontenible deseo de acabar con su existencia de una forma dolorosa y agónica mientras procura perforarse los tímpanos. Además de este terrible don, Diva también fue dotada con un esófago, laringe y boca que operan como todo un complejo sistema de procesamiento de residuos y desechos fecales humanos, lo que le permite, en pocas palabras, comer caca y hablar mucha mierda.

A esta mucama despreciable por cuyas venas no corre sangre sino detritos demoníacos extraídos exclusivamente del Acherón y el Estigia, la taradez humana ha premiado con altos cargos en el inmundo y deplorable oficio de "La farándula" y "los chismecitos" criollos. Ahora, en lugar de servir tintos y aguas aromáticas a los tronos y potestades del Infierno, se dedica a inmiscuirse en la vida privada de los "famosos", y a inventar tonterías del corte "fulanito se encamó con menganita", "a zutanito le hieden las güevas a mortecino", "pepito es flatulento", "juanito padece de colitis ulcerosa con segregación excesiva de pus" y demás información que lejos de contribuir, resulta en un zurullo de estolideces y patochadas propias de una bestia como Diva, quien para siempre ha tenido su himeneo con la mediocridad y el mal gusto.


DIVA, COMO BUENA EMPLEADA DEL SERVICIO, REPOSANDO EL ALMUERZO MIENTRAS PASTA COMO BESTIA EN COMPAÑÍA DE UN CELADOR CON ESCAMOSA.

Además de todo, Diva, la gran bestia del Apocalipsis, tiene una carencia absoluta del uso correcto del idioma. Gramática, sintaxis y ortografía no son temas que domina, al igual que la Geografía básica. Bueno, no podemos pedirle demasiado, su condición de sirvienta infernal y terrenal le ha impedido tener algo más que un segundo de primaria.... ahhh eso sí, hasta los demonios tienen Twitter (invento creado exclusivamente para que los más estúpidos y retrasados mentales puedan escribir sus despropósitos y tonterías, amén de reunir a un montón de gente sin vida social y mucho menos sexual.)


[SIN COMENTARIOS]

Poco o nada podemos agregar a la historia macabra de esta maritornes de los mil demonios. No me atrevo a solicitar su retiro de la televisión colombiana, ya que sus poderes infernales la tienen aferrada, como sanguijuela hambrienta, al Canal Caracol mientras retoza amancebada con el pecado, la depravación, la obesidad, la mediocridad y sus más fieles esbirros: la teleaudiencia colombiana, que como siempre, devora hambrienta la lavaza defecada por la bestia maldita condenada al vilipendio eterno.